No se puede negar, seguimos sin tener una buena nutrición. Además de esto, el estilo de vida sedentario también está afectando a nuestros niños. Así como los adultos libramos nuestra batalla contra una mala nutrición, las estadísticas muestran que nuestros niños sufren de una mala alimentación a edades muy tempranas.
Para los padres, hacer que los niños sean más activos y coman comidas más saludables es una lucha en la mayoría de los casos. Al igual que los adultos, muchos niños enfrentan la presión de tener demasiadas tareas y muy poco tiempo para actividades recreativas o físicas; el atractivo de la televisión, de los video-juegos o Internet a menudo los retiene dentro de casa. Las opciones de alimentos se ven influenciadas por el sabor, el costo y la comodidad, y el mercado promociona muchos alimentos bajo el lema de que son «geniales» o «están en onda», algo que los niños valoran más que la nutrición saludable.
Los padres son, en última instancia, los responsables de ayudar a sus niños a realizar la elección adecuada. Un buen punto de partida es asegurarse de que en el hogar haya alimentos saludables. Además, los padres deben dar el ejemplo a sus niños, comiendo bien y manteniéndose activos. Aquí te presentamos algunas sugerencias para ayudar a tu niño a comer bien y a divertirse en juegos que impliquen mantenerse activos:
Pon una fuente con fruta fresca entera en la mesa de la cocina, en un lugar visible, o algunas frutas o verduras cortadas que se vean al abrir la puerta del refrigerador. Al hacer que estos alimentos estén al alcance de los niños y sean fáciles de consumir es más probable que los coman.
Lleva a los niños cuando vayas a comprar alimentos y aprovecha la oportunidad para enseñarles algunos conceptos de nutrición. Los niños mayores pueden aprender a leer las etiquetas de los alimentos y a menudo disfrutan haciendo comparaciones entre distintos artículos y tratando de encontrar alternativas saludables. También puedes «negociar» con tus niños seleccionando juntos algunos artículos que sean aceptables para las dos partes.
Haz que tus niños participen en la preparación de los alimentos. Es mucho más probable que los niños consuman las comidas que han ayudado a preparar. Si te gusta cocinar, alienta a tu hijo a probar nuevas comidas preparando los nuevos platos contigo.
Ten paciencia cuando intentes hacer que los niños prueben alimentos nuevos. Los estudios muestran que la exposición repetida da buenos resultados entonces no dejes de ofrecer los alimentos a los niños y aliéntelas a probar al menos un bocado. Tal vez sea necesario intentar muchas veces, pero vale la pena.
Por Susan Bowerman*, M.S., R.D., C.S.S.D.
*Es dietista certificada y tiene dos Certificaciones del Consejo de la Academia de Nutrición y Dietéticos como especialista certificada en dietética deportiva, y especialista certificada en obesidad y control de peso. Susan también es integrante de la Academia de Nutrición y Dietéticos.