Cómo cambiaron las dietas a lo largo de 40 años
Si existe un factor común que se ha mantenido en las dietas a lo largo de estos 40 años, es que siempre hay algo nuevo que intentar. Afortunadamente, en los últimos años, ha habido un poco más de coherencia al promover una nutrición equilibrada y un estilo de vida activo y saludable.
Este año, con nuestra compañía de nutrición celebrando 40 años de cambiar la vida de las personas con excelentes productos nutricionales, me puse a reflexionar acerca de la evolución en las tendencias de las dietas y las preferencias alimenticias a lo largo de estas últimas cuatro décadas.
Lo que ocurría en la década de los 80
La década de los 80 se basó en la tendencia de dietas bajas en grasas y altas en carbohidratos. La intención era reducir las grasas de cualquier fuente, incluso aquellas saludables, y consumir muchos carbohidratos (entre ellos, una gran cantidad de azúcar), algo que hoy en día se consideraría como una de las dietas impensable para muchos, pero no hace 40 años atrás.
Las dietas de moda eran fascinantes:
La dieta de la sopa de col
Consistía básicamente en agua y col. No es sorprendente que la gente perdiera peso. Pero además, perdía muchas vitaminas, minerales y proteínas.
La dieta de Beverly Hills
Se enfocaba en una combinación de alimentos que ayudaba a las personas a evitar consumir carbohidratos y proteína al mismo tiempo. Esto resultaba en una pérdida de peso, pero no era por arte de magia o por combinar alimentos. Ya que las proteínas y los carbohidratos no podían consumirse al mismo tiempo, las porciones eran naturalmente más pequeñas.
Los centros nutricionales se volvieron populares, los cuales promovían y ofrecían comidas congeladas. Pero la verdadera clave de su éxito era el apoyo y asesoramiento que ofrecían, ¡algo que aún funciona en nuestros días!
Los suplementos alimenticios ricos en nutrientes
También se hicieron presentes, principalmente a través de programas formales, médicamente supervisados. Después, surgieron algunas compañías (como Herbalife Nutrition) con un modelo de negocio de apoyo para lograr una pérdida de peso exitosa a través de batidos para reemplazar comidas, mejorar el cuidado personal, asesorar e impulsar, con el valor agregado de la oportunidad de negocio.
La década de los 90: Todo eso y una bolsa de papas sin grasa
Todavía existía el furor por las dietas bajas en grasas y altas en carbohidratos, por lo que muchos productos “sin grasa”, como las galletas y los bocadillos, comenzaron a invadir el mercado, haciéndole creer a las personas que podrían consumir todos los bocadillos sin grasa que quisieran, sin ganar peso. Pero estos productos “sin grasa” no eran “sin calorías”, y la gente comenzó a darse cuenta de que, consumir grandes cantidades de alimentos sin grasa los llevaba a ganar peso, por lo que las dietas comenzaron a tomar un rumbo más equilibrado.
Las dietas más populares en esta década fueron:
La dieta de la zona
La cual recomendaba que cada comida incluyera 40% de calorías provenientes de los carbohidratos, 30% de proteína y 30% de grasa, creando una gran diferencia con las dietas bajas en grasas de la década de los 80.
La dieta basada en el tipo de sangre
Misma que proponía diversas recomendaciones con base en el tipo de sangre de la persona. Si bien es cierto que esta dieta ya ha sido desacreditada, dirigió la atención, o quizás sentó las bases, para una tendencia enfocada en la “nutrición personalizada”, algo que aún se encuentra en boga.
La dieta del sandwich
Fue un cambio a la idea del reemplazo de alimentos, cambiando dos comidas al día por un sándwich, papas horneadas y refresco de dieta.
Dieta del Mediterráneo
Que se enfoca en consumir alimentos de origen vegetal, grasas saludables provenientes de las nueces y el aceite de oliva, y reducir el consumo de carbohidratos refinados al mínimo; entre ellos, el azúcar.
En la década de los 90, surgió también un interés saludable en la fibra, y el vegetarianismo comenzó a convertirse en algo más popular, conforme la soja y las hamburguesas vegetarianas basadas en granos comenzaban a aparecer en el mercado general. El sustituto de grasas sin calorías, «Olestra», se convirtió en un ingrediente muy popular en los alimentos fritos; sin embargo, se olvidó rápidamente ya que el cuerpo no lo absorbía correctamente y causaba varios problemas digestivos.
Esto fue lo que comenzó a “surgir” a partir del año 2000
La nueva era también llegó con un gran cambio en la alimentación, un cambio enfocado hacia un mayor consumo de proteína y menor consumo de carbohidratos. Con el tiempo, los productores de alimentos comenzaron a crear nuevas opciones bajas en carbohidratos para ir a la par con esta tendencia. Pero, tal como sucedió con la moda baja en grasas de los años 80, muchos consumidores abusaron de estos alimentos bajos en carbohidratos (¡pero no bajos en calorías!) y tuvieron dificultades para alcanzar sus objetivos de pérdida de peso.
Tres de las favoritas fueron:
La dieta Atkins
Comenzó a tomar fuerza, otra vez. Una dieta básicamente muy baja en carbohidratos, Atkins fue muy popular en los años 60, una de las dietas populares en estos últimos 40 años y modificada una y otra vez.
13Limpieza total
La favorita de las celebridades, consistía en consumir jugo de limón, pimienta de cayena, un poco de miel y agua, y era la dieta de la sopa de col del nuevo milenio.
La dieta Special K
Se convirtió en una nueva versión de la dieta del sandwich. Proponía reemplazar dos comidas diarias con leche y cereal y, por lo tanto, controlar las porciones y las calorías.
También surgió el movimiento de los alimentos crudos, pero no prosperó, ya que iba dirigido principalmente a los veganos. Estuvieron disponibles al público algunos bloqueadores de grasa de venta libre y las grasas trans fueron satanizadas, cuando se dio a conocer lo peligrosas que eran para la salud cardiovascular. “Súper engórdame”, el documental que mostraba los peligros de las comidas rápidas de gran tamaño, llevó a McDonald’s a eliminar su práctica de aumentar el tamaño de los alimentos tan pronto como la película se exhibió.
El alimento de la década era el tocino, el té verde comenzó a cobrar importancia; aparecieron comercios de batidos de frutas ( te acordas de Panambí?), y los productos “orgánicos” y “locales” comenzaron a ser más comunes.
La década de 2010 fue muy “extra”
Revisando la última década de las tendencias y los hábitos en la alimentación, descubrimos que la dieta keto y la dieta paleo se volvieron muy importantes en los últimos 10 años, junto a una nueva tendencia conocida como ayunos intermitentes.
Todo se resumía a estas cuatro dietas:
La dieta de los alimentos de bebé
Consistía en controlar las porciones; los adultos consumían alimentos de bebé en lugar de comida regular, pero era algo que no muchos podían mantener por mucho tiempo. También hacía que fuera imposible comer en algún restaurante.
Las dietas libres de gluten
Se convirtieron en una estrategia muy popular de pérdida de peso, ya que eliminaban naturalmente los alimentos que contienen trigo, como el pan, la pasta y los cereales. Pero una vez que los productores descubrieron cómo retirar el gluten (¡y mantener las calorías!), la pérdida de peso se vio frenada de nuevo.
La dieta Paleo
Fue diseñada para imitar la alimentación de nuestros ancestros, quienes cazaban y recolectaban, ya que muchos piensan que va de acuerdo con nuestra composición genética. Este patrón alimentario incluye carne magra, pescado, frutas, verduras, nueces y semillas, y suprime los lácteos, granos y frijoles.
El ayuno intermitente
Tiene diversas variantes, pero actualmente el más popular la que, toda la comida del día es consumida dentro de un periodo de ocho horas, mientras que en las 16 horas restantes, se ayuna. Aunque esta puede ser una forma natural de recortar calorías, ya que para algunas personas esto puede significar eliminar una comida, puede afectar la ingesta de nutrientes si no se toman decisiones cuidadosas.
Durante la década pasada, aparecieron carritos de comida por todas partes, y la carne sin carne real se convirtió en algo normal, con nuevas alternativas que ofrecían un sabor similar a la carne real y que se crearon para satisfacer a los detractores de las hamburguesas vegetarianas. Aparecieron reemplazos de leche, como la soja, de almendra o de avena, y preocuparon a la industria de producción lechera. Las grasas saludables reinaban, mientras el café de mantequilla se convirtió en parte de la popular dieta keto.
Nueva década, mismas tendencias
Y aquí estamos, comenzando el año 2020 y nuestra quinta década como compañía. ¿Qué sigue? Mientras las tendencias, ideas acerca de las dietas saludables y los alimentos populares han evolucionado a través de los últimos 40 años, ha sido muy interesante descubrir un patrón en esas tendencias que continuará presente:
La pérdida de peso.
A través de estas décadas, hemos observado que las personas están continuamente buscando opciones para el manejo de peso. La obesidad es una preocupación creciente, ya que se prevé que, para el 2030, la mitad de la población en América del Sur padecerá de obesidad. Nuestra compañía ha permanecido en el lado correcto de esta tendencia durante estos 40 años, promoviendo un estilo de vida activo y saludable, con opciones cargadas de nutrientes y bajas en calorías con la finalidad de impulsar la buena nutrición y la salud.
Comida en porciones y sistemas de apoyo.
Un concepto probado desde la década de los 80. La gente ha optado por reemplazos de alimentos o soluciones en porciones por muchos años, pero muchas veces sin ninguna guía. Esto demuestra la importancia y necesidad de educar a los consumidores acerca de la nutrición y los hábitos saludables, algo que ofrecen nuestros Distribuidores.
Nutrición personalizada.
Estamos apreciando, y esperamos ver muchos más, enfoques personalizados en la alimentación en este 2020. La verdad es que las personas responden de manera diferente a diferentes dietas, así que, como compañía de nutrición, esperamos que esta personalización continúe ganando impulso con base en los objetivos individuales, por lo que ofrecemos un conjunto de productos personalizables y planes de nutrición que, consideramos, ayudará a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos personales.
Dietas basadas en plantas e ingredientes sostenibles.
Ahora más que nunca, la gente es consciente de la importancia de una dieta equilibrada. De hecho, la dieta del Mediterráneo, que tuvo su primer apogeo en los años 90, fue nombrada la Mejor Dieta Integral del 2020 por el US News and World Report. Tomando en cuenta el impacto en el clima y el ambiente, los ingredientes basados en plantas y sostenibles (¡bienvenida la tendencia de carne sin carne!) continuará adquiriendo popularidad mientras la gente se dé cuenta de cómo sus elecciones alimentarias crean un impacto en ellos mismos y en el ambiente.
¡Brindemos por un 2020 saludable y muchas décadas más!
Susan BowermanM.S., RD, CSSD, CSOWM, FAND – Directora Sénior, Educación y Capacitación Mundial en Nutrición
Susan Bowerman obtuvo su Licenciatura en Biología con Honores de la Universidad de Colorado y recibió su Maestría en Ciencia de los Alimentos y Nutrición de la Universidad Estatal de Colorado. Es dietista registrada y cuenta con dos certificaciones profesionales de la Academia de Nutrición y Dietética como especialista certificada en Dietética del Deporte, así como en Obesidad y Control de Peso; también es Miembro de la Academia.